ORIENTACIÓN COGNITIVO- CONDUCTUAL

A la corriente conductista (que terminará derivando con los años en la "cognitivo-conductual) le interesó desde el principio la conducta observable. Emociones, pensamientos, antecedentes y resto de estímulos son importantes en tanto en cuanto influyen en la conducta final.

 

Thorndike, Watson y más adelante Skinner son, entre otros, pioneros en una forma de entender la psicología "estrictamente científica y observable".

"Un yo es un repertorio de comportamiento apropiado para un conjunto dado de consecuencias"


B.F. Skinner

Estos autores entenderán que la psicología será la ciencia de la conducta y que su propósito será la medida más exacta posible de sus antecedentes, condicionantes y consecuentes.  no sólo de los seres humanos, sino de cualquier otro ser vivo: las leyes serían, en esencia, las mismas. 

 

¿Comprender el pasado o cualquier otro "elemento inconsciente" del sujeto? ¿Para qué? Sostendrán los conductistas: Lo importante, si una conducta se adquirió en el pasado, será estudiar cómo se mantiene y enseguida cómo "romperla" a base de comprender todas las "partes" que la componen -sus antecedentes, condicionantes y consecuencias para el sujeto-.

 

Si se colocan nuestros pensamientos y emociones en "el centro", también pueden ser analizados y conectados con las conductas que los mantienen, y así modificarlos.

Así, tras el primer conductismo, centrado exclusivamente en "la conducta", radical muchas veces en sus propuestas y aplicaciones terapéuticas, autores como Aaron Beck o Albert Ellis entre otros, fueron colocando las emociones y pensamientos de los pacientes en un lugar que el conductismo original dejó fuera por "no poder ser observables o medibles de forma estrictamente científica".

 

Todos hemos aprendido un repertorio de maneras de reaccionar ante los estímulos (sean externos o internos) que nos afectan. Algunas de estas formas de reaccionar, de comportarnos, son adaptativas y otras no. Vale la pena examinar esta forma de reaccionar y así podremos ser capaces de cambiar cómo enfrentar nuestros problemas.

 

La idea clave sería: "Aprende cómo se conectan tus pensamientos, emociones y conductas a tu entorno y podrás dominar tu comportamiento".

 

Psicoterapias de orientación Conductista/ Cognitivo-Conductual

Históricamente éstas cuatro han sido las más importantes
  • TERAPIA DE CONDUCTA
  • TERAPIA COGNITIVA
  • TERAPIA RACIONAL-EMOTIVA
  • TERAPIA DE ACTIVACIÓN CONDUCTUAL
  • TERAPIA ANALÍTICO-FUNCIONAL
  • TERAPIA DE ACEPTACIÓN Y COMPROMISO

Terapia de Conducta

-Modifica los estímulos y controlarás las respuestas-

Comportamiento animal y humano: Pavlov

La aportación más importante a la historia de la psicología por parte de la fisiología es sin lugar a dudas la que hizo (en parte por accidente) Ivan Pavlov alrededor de 1900. 

Estudiando el reflejo de salivación en perros, Pavlov se da cuenta que puede conseguir tal respuesta ante la práctica totalidad de estímulos imaginables (clásicamente una campana). Esta idea será clave para el resto de la historia de la terapia de Conducta: controlando el entorno y con cierto número de repeticiones los seres vivos podemos "aprender" prácticamente cualquier respuesta imaginable.

Las implicaciones fueron y siguen siendo enormes... publicidad, medicina, educación, pedagogía, marketing, propaganda, psicoterapia, perros policía, deporte de élite, computación... y muchísimas otras. 

Estos descubrimientos le llevarían a recibir el Premio Nobel en 1904.

 

Tras la estela de Pavlov...

Pero el trabajo de Pavlov fue sólo el principio. La terapia de Conducta fue rápidamente marcando sus objetivos en torno a la psicología experimental y el anhelo de poder controlar toda la conducta humana sea cual fuere su manifestación. 

Tres nombres ya clásicos fueron los continuadores en la estela de la Terapia de Conducta: John B Watson, Edward Thorndike y B.F. Skinner.

Watson fue el primero en utilizar un niño (el famoso "pequeño Albert") para condicionar miedo a un estímulo (una rata) que inicialmente no producía ninguna respuesta, ya en 1920.

Thorndike, gracias a su famosa "Ley del Efecto", establece en 1911 que la conducta está controlada por las consecuencias.

Finalmente Skinner, continuando con las ideas de Thorndike, concluirá que cualquier respuesta tenderá a aumentar si es reforzada o a disminuir si es castigada, de cualquier modo.

 

 

Skinner: Todo es aprendizaje (o casi todo)

Si bien es cierto que la TC (y en general el conductismo) acepta que la genética y la biología restringen el repertorio de respuestas que un organismo, dependiendo de su especie, tiene más o menos probabilidades de mostrar, la clave es que se pueden aprender -o desaprender- casi cualquier conducta entro de los límites de su naturaleza.

Famosos son los experimentos de Skinner en los que por ejemplo una paloma "aprendía a tocar el piano" (hablamos de dar un toque con el pico a un piano de juguete a la altura de la paloma) tras ser poco a poco recompensada (es decir reforzada, normalmente con comida) por irse aproximando a la conducta final. También con ratas en laberintos o "cajas problema" en las cuales se midieron con extrema exactitud frecuencia, intensidad, tipo, modalidad etc... tanto de estímulos, señales, respuestas del organismo...

La TC basa todo su edificio teórico (que después se aplicaría en Psicoterapia) en estos y otros experimentos tan estrictamente controlados y medidos.

 

Una terapia con límites muy específicos

El objetivo de la TC es el establecimiento, mantenimiento o aumento de ciertas conductas, la desaparición, reducción o sustitución de otras o una combinación de ambas, ni más ni menos.

Para ello la TC establece una relación terapéutica en la cual la medición de las conductas a eliminar y/o el establecimiento y demarcación lo más detallada, exacta y nítida posible de las conductas a potenciar es la piedra angular.

Los pensamientos, emociones, condicionantes, historia pasada del sujeto, rasgos de carácter etc. del sujeto serán siempre leídos como eslabones que "tiran" de la/s conducta/s del sujeto en el momento presente para sostener determinados comportamientos.

La TC establecerá como objetivo de la misma, por ejemplo, "aumentar la frecuencia de interacciones agradables con nuevas personas" mientras para otros modelos el foco estaría puesto en "comprender por qué desde siempre me pongo nervioso ante desconocidos".

B.F. Skinner

"Las consecuencias de un acto afectan a la probabilidad de que se produzca de nuevo"

Terapia Cognitiva

-La organización de las creencias como determinante fundamental del malestar psicológico-

Un pasado marcado por la depresión

Aaron Beck nació en 1921. Judío hijo de inmigrantes rusos que se trasladaron a EEUU, padeció durante su infancia la depresión de su madre (habían muerto varios hermanos mayores de Aaron) y después él mismo viviría en primera persona este grave trastorno, además de ansiedad y otras fobias.

Trabajando originalmente como psicoanalista, decide poner el foco sobre los pensamientos y creencias que de forma espontánea pero consciente los pacientes deprimidos le relatan, llegando a la conclusión de que ciertos esquemas adquiridos principalmente en la infancia serán fundamentales para el desarrollo de la depresión ya que, si se dan ciertas condiciones vitales -como una pérdida grave, una enfermedad etc...- la persona "filtrará" esta "información" rígidamente desde este esquema latente haciendo muy difícil que pueda superar su problema.

 

Esquemas y creencias

Según Beck, nuestros esquemas son más o menos rígidos o permeables, dependiendo de su capacidad para incorporar nueva información. Además, los esquemas "sostienen" y almacenan nuestras creencias.

Ciertos esquemas o ideas pueden ser más o menos importantes para nosotros, aplicarse a un pequeño o un gran número de situaciones o personas, ser más o menos elaborados, más o menos auto referenciales, etc... pero en cualquier caso son "piezas necesarias" para interpretar la realidad, reflexionar sobre lo que nos ha ocurrido o anticipar qué va a ocurrir.

Sea como fuere, ciertos esquemas o ideas nos dificultan la adaptación al medio, haciendo que no ya para la depresión, sino que para cualquier trastorno psicológico podamos encontrar determinados esquemas o ideas claramente desajustadas y desadaptativas.

 

La "Tríada Cognitiva" de la depresión

Una de las contribuciones más conocidas del trabajo de Aaron Beck fue el descubrimiento de que las personas deprimidas comparten un esquema negativo acerca de tres cuestiones cruciales: Ellos mismos, el mundo y el futuro.

De esta forma se ven y describen a sí mismos en términos negativos, no encuentran en el mundo, en la vida, actividades estimulantes ni estímulos que puedan motivarles casi nunca y por último no albergan esperanzas en torno al futuro, a poder mejorar.

Esta desgraciada combinación convierte su realidad en algo realmente difícil de manejar ya que literalmente no pueden encontrar ni en sí mismos, ni en el futuro ni en su realidad cotidiana nada que les pueda motivar a combatir su situación.

"Actualizar el software"

La terapia Cognitiva tiene como objetivo identificar los esquemas e ideas desadaptativas e ir trabajando sobre ellas para conseguir transformarlas en adaptativas.

Por supuesto no se trata de "imponer nuevas ideas" sino de trabajar a fondo con el paciente para conseguir, con ayuda del terapeuta, un análisis lo más completo posible acerca de la plausibilidad, verosimilitud, realismo y sobre todo consecuencias de sus esquemas, ideas o la organización e importancia de los mismos.

Se podría resumir en "pensemos en cómo piensas".

 

Aaron Beck

"La persona más fuerte no es la que está haciendo la mayor parte del ruido, sino la única que puede dirigir la conversación en silencio hacia la definición y resolución de los problemas"

Terapia Racional-Emotiva

-La clave está en las creencias-

Una evolución personal

Albert Ellis, como tantos otros terapeutas, se formó originalmente en Psicoanálisis, pero su propia evolución lo llevó a intentar un formato de Psicoterapia más rápido y flexible. 

Su “Terapia Racional-Emotiva” poco a poco fue ganando notoriedad convirtiéndose en una de las ramas de la escuela “Cognitivo-Conductual” más importantes, ayudada además por la fama que el propio autor fue adquiriendo también gracias a la facilidad con la que Ellis publicaba libros de psicología, autoayuda o sexualidad.

Será en 1999 cuando su orientación termine por denominarse "Racional-Emotiva".

Creencias

La “Terapia Racional-Emotiva” se basa en una idea fundamental: Las personas albergamos una serie de creencias acerca de la realidad que nos rodea y en particular de los hechos que nos afectan “en primera persona”. A través del aprendizaje ya sea directa o indirectamente a lo largo de nuestra vida éstas creencias se van modificando, completando y perfilando desde lo más accesorio y circunstancial a lo más relevante y personal.

Nuestras “creencias” se activan cuando determinados hechos o circunstancias ambientales tengan lugar, lo que dará lugar a que se activen otras conductas, emociones y/o otras creencias que normalmente reforzarán la solidez de los esquemas, forjando un círculo vicioso en el que muchas veces podemos vernos atrapados.

 

Un ejemplo...

Una persona puede tener la creencia de que equivocarse en público es una experiencia demoledora y traumática y de la que no podría recuperarse. 

Si esa experiencia tiene lugar en su vida real, por ejemplo al tener que enfrentarse a un tribunal para aprobar un examen, al activarse la “creencia”, lo más probable es que la persona se paralice, se bloquee, huya de la situación y/o trate de evitar volver a enfrentarse a una situación parecida en el futuro. 

En este mismo ejemplo, para una persona que “cree” que hacer el ridículo es una experiencia desagradable pero poco importante o mucho menos importante que otras, en una situación análoga su malestar difícilmente resultará incapacitante y mucho menos traumático.

La irracionalidad de lo rígido

En esencia, lo importante no es tanto lo que nos ocurre, sino la interpretación y el valor que le damos a lo ocurrido, además de las consecuencias que esa interpretación tendrá en nuestros sentimientos y acciones posteriores.

Albert Ellis estaba convencido de que las creencias patológicas o potencialmente patológicas son, en esencia, irracionales, y basa su argumento básicamente en su carácter rígido y absoluto, como por ejemplo: “Si algo me va mal significa que soy un fracasado”. Si el razonamiento cumple la función de ayudarnos a interpretar la realidad exterior y modela (o debería) modelar nuestra conducta para adaptarnos a ella, no pueden ser adaptativos los pensamientos absolutos e inamovibles.

 

Albert Ellis

"Hay tres monstruos que no nos permiten avanzar: tengo que hacerlo bien, tienes que tratarme bien, y el mundo debe ser fácil.

Terapia de Activación Conductual

-Si buscas despertar empieza por actuar-

Un descubrimiento casual

En los años 90 y tratando de investigar específicamente cuáles eran los factores determinantes que en el formato de Terapia Cognitiva de Beck resultaban determinantes en la mejoría de los pacientes deprimidos, Neil S. Jacobson llegó a una conclusión que nadie (o casi nadie) esperaba: Solamente el hecho de que el paciente fuera capaz de incorporar a su rutina determinadas actividades que antes no realizaba tenía un efecto muy positivo sobre su trastorno.

Pero había más: Parecía no hacer falta que paciente y terapeuta trabajaran alrededor de "esquemas" o "ideas" que se hubieran activado durante el proceso o la génesis depresiva, sólo bastaba con realizar las mencionadas actividades, es decir, con la parte estrictamente conductual del tratamiento.

 

Motivación aparte

En muchas ocasiones las personas justificamos nuestra falta de actividad (en relación a cualquier área) en la “falta de motivación” para ello. Desde la TAC es importante que la persona aprenda que muchas veces hacer las cosas sin ganas es en sí mismo una “victoria”, más teniendo en cuenta que uno de los signos más claros de la depresión, así como de otros trastornos incapacitantes es la falta de motivación general y un bajo estado anímico.

 

Un plan activo

La estructura del proceso terapéutico giraría en torno a la programación de éstas actividades y la previsión de las dificultades y/o consecuencias que éstas puedan tener. A pesar de ser una de las formas de terapia más “activas” es importante que el terapeuta no imponga las actividades a realizar desde su propia subjetividad ni la importancia que puedan tener o no “teóricamente”: ésa parte del trabajo formará parte de la responsabilidad del paciente en relación con sus propias decisiones.

La actividad como valor

La persona “saludable mentalmente” es una persona activa y resolutiva. Además, gracias al proceso terapéutico, será una persona mucho más consciente del valor que tiene su actividad en su vida en el día a día, qué actividades le resultan más fáciles o difíciles y por qué, qué valor tienen para la persona ésas actividades y no otras etc…

 

Neil Jacobson

"Tratar la depresión ayudando a que las personas se activen es tan eficaz como ayudarles a cambiar su forma de pensar"

Terapia Analítico-Funcional.

-¿Entre el Psicoanálisis y el Conductismo?-

Descubrimiento clave

Robert Kholberg y Mavis Tsai dieron a conocer en los años noventa una de las primeras "Terapias de Conducta de Tercera Generación". La FAP o "Terapia Analítico-Funcional" fue consecuencia del empeño de los autores en investigar qué ocurría con los terapeutas que tenían más éxito en sus tratamientos.

Tras mucha investigación y entrevistas llegaron a la conclusión de que un intenso compromiso con los pacientes además de intercambios verbales fluidos y significativos en las sesiones eran elementos clave en el éxito de los terapeutas más eficaces.

Ahora hacía falta operativizar esta conclusión y adaptarla a un modelo de Terapia de Conducta.

 

CCR´s

Como no podría ser de otra manera dentro de una rama terapéutica dentro de la orientación Conductista, poder identificar, concretar, operativizar y así poco a poco controlar la conducta es el objetivo más importante. Así desde la FAP, la conducta verbal de terapeuta y paciente en la propia sesión es el foco fundamental sobre el que actuar y para hacerlo la conducta verbal será etiquetada como "Conducta Clínicamente Relevante" ya sea para su reforzamiento o su disminución o desaparición (El Castigo de la misma en términos conductistas).

Las CCRs de terapeuta y paciente están conectadas (las del terapeuta pueden favorecer o dificultar las del paciente y viceversa), así que comprender de qué manera esto ocurre esto en las sesiones y poder ir controlando su aparición mutua será la estrategia terapéutica por excelencia, ya que se parte de la base de que el paciente terminará generalizando en su vida una serie de conductas verbales más adecuadas, así como también habrá comprendido los efectos que éstas conductas tienen en sus pensamientos y acciones, siendo entonces más capaz de tomar el control.

 

 

Una nueva "Transferencia"

"Transferencia" es un concepto clave en la historia del Psicoanálisis y sin duda una de las claves de la Psicoterapia Psicoanalítica. Básicamente el principio de la "Transferencia" es que el paciente se comporta con el Psicoanalista como lo haría con una figura clave de su infancia -normalmente su madre o su padre- siendo este comportamiento una pista fundamental de su conflicto o conflictos relacionales.

Del mismo modo la "Contratransferencia" se refiere a que el psicoanalista tiene una forma de comportarse con su paciente o pacientes que también debe ser analizada por el profesional (en este caso en su período de formación como terapeuta) para poder ser al máximo consciente de la repercusión que pueda tener en la relación terapéutica.

Por primera vez en la historia de la orientación Conductista, se enfatiza la importancia crucial de entender que la conducta que despliega el paciente hacia el terapeuta en sesión es una pista -si no la pista- clave del tratamiento, pero esta vez desde un "código conductista".

El "yo" desde una perspectiva Conductista

Kholberg y Tsai creen que los trastornos de los individuos adultos han sido consecuencia de un historial inadecuado (particularmente en la infancia) de contingencias de reforzamiento. Esto significa que lo que debía ser reforzado o castigado no lo fue adecuadamente, siendo el tratamiento precisamente y en concreto las interacciones verbales en sesión entre terapeuta y paciente, la situación idónea para que se dé un nuevo aprendizaje para el "yo" del paciente.

Por ejemplo, los autores consideran que un "Yo inseguro" o un "Yo inestable" son consecuencia de figuras de autoridad que han propiciado experiencias repetidas de castigo ante la expresión de emociones, necesidades, deseos u opiniones a lo largo de la infancia.

Mavis Tsai

"Tratamos de despertar la conciencia, el coraje y el amor tanto de terapeutas como de clientes que se valgan de la FAP como forma de terapia"

Terapia de Aceptación y Compromiso

-Los valores como guía-

Abandonando el control

Kelly Wilson, Kirk Strosahl y principalmente Steven Hayes desarrollaron en los años 80 la que se considera la orientación en Psicoterapia más cercana a los principios Mindfulness hasta el momento.

"Aceptación y Compromiso" o ACT podría considerarse rupturista respecto a otras tendencias Cognitivo-Conductuales al proponer el "abandono de control" de los pensamientos -y no su control o modificación- la clave de la mejoría e incluso el origen de muchos de los padecimientos psicológicos particularmente en la sociedad actual. 

 

La fusión con los pensamientos

Un concepto clave dentro de la ACT es el de "Fusión Cognitiva". Se trata del grado de credibilidad que las personas podemos llegar a tener acerca del contenido de nuestros pensamientos. 

Nuestra mente funciona prácticamente todo el tiempo, hasta dormidos, y desde luego no solemos creer que el contenido de un sueño haya que tomarlo literalmente como el aviso de algo real. ¿Pero porqué sí lo hacemos muchas veces en vigilia? ¿Por qué tendemos a creer que lo que "nos dice" nuestra mente es más real que la información que el entorno -u otros, o muchos otros- nos proporciona acerca del mundo?

Los pensamientos son parte de la información de la que podemos disponer en nuestro día a día, pero tomados literalmente y sobre todo si hemos perdido la capacidad de ser críticos con ellos, es decir flexibles, pueden convertirse en nuestra peor pesadilla y nuestra propia mente en el principal enemigo.

 

Evitación Experiencial

Una de las consecuencias que se derivan de la fusión cognitiva es la evitación de cualquier pensamiento negativo, pero esta tendencia -que supone un refuerzo a corto plazo por el alivio que supone- suele terminar mal o muy mal a largo plazo.

Una vida con sentido, una vida plena, va a incluir necesariamente incomodidades además de sensaciones desagradables. Todos en el fondo sabemos que adquirir una mínima disciplina deportiva va a suponer, como mínimo, la molestia de las agujetas, pero es que estudiar de verdad cualquier materia también va a requerir de renuncias y sacrificios, al igual que supone el compromiso con una relación o el cuidado de un ser amado.

La paradoja de intentar eliminar lo negativo de nuestra mente es que terminamos obsesionados con nosotros mismos y al final el mundo, la experiencia, los demás y la propia vida dejan de tener sentido alguno.

La única alternativa: Los valores

La propuesta terapéutica esencial desde ACT gira en torno a la clarificación de las prioridades esenciales de la persona en relación con cómo quiere vivir su vida y la toma de conciencia del precio que debe pagar por ello. En otras palabras: Sus valores.

El valor de ser un buen padre, una buena amiga, un profesional honrado, un ciudadano comprometido, un buen amigo etc... deben ser clarificados en la propia terapia en base a acciones concretas y nunca en torno a cogniciones o sentimientos. 

Por ejemplo, ser un "buen padre" nunca podría ser demostrado en base a "querer mucho a mis hijos" (ya que los sentimientos e ideas son eventos mentales y en ciertos momentos -todos los padres lo saben- se puede llegar a sentir mucho resentimiento hacia ellos). "Ser un buen padre", si es algo con lo que el paciente realmente se compromete, habrá de ser especificado con actividades que se pondrán en práctica independientemente de "la motivación", "lo que se sienta"  o lo que precisamente en ese instante "se esté pensando" en el momento concreto de llevarlas a cabo.

 

Steven Hayes

"Uno de los regalos que nos ofrece la aceptación emocional es el de la orientación que recibimos cuando nos abrimos al dolor"

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